Conservar nuestro patrimonio natural es un compromiso que debe ser sostenible. Para nuestra suerte , nos estamos inclinando cada vez más a un turismo ecológico, respetuoso y saludable, pero aún falta trecho que caminar…
El turismo verde se fue incorporando en el medio Turístico, a medida que las localidades interesadas y el compromiso de las personas amantes de la naturaleza se unieron para generar consciencia hacia los entornos naturales que se visitaban y promovian. Con el tiempo y para suerte nuestra, se fueron creando ciertas ¨normas¨ comunes, ya hoy generales para preservar los sitios.
Con el devenir del tiempo y las consecuencias de nuestras acciones como co-creadores de todo cuanto consumimos y disfrutamos, nos hemos visto en la necesidad de reaccionar de manera global ante el impacto ambiental que hemos creado . Si queremos seguir disfrutando de este hermoso Planeta, la toma de consciencia es de vital importancia. Estas normas a gran escala colaboran sustancialmente con el agotamiento ambiental pero es cierto que aún tenemos mucho trecho que resolver con el tema de nuestra implicación ambiental.
Perdigontravel a destinado este espacio para contribuir con la toma de consciencia, con informaciones, hallazgos, aportes e iniciativas vinculadas con el cuido y resguardo de nuestro Planeta. De ella dependemos y entre TODOS podemos hacer que sucedan los cambios positivos que esperamos.
Si vas a viajar, procura respetar las costumbres locales, compra productos de la zona para apoyar a los comerciantes. Cuidar y valorar sus espacios y fomentar de manera proactiva la preservación del ambiente y del ecosistema es un aporte que se suma a los cambios que se requieren. Es un grano de arena, pero la suma será, la playa que tanto te gusta ir , el camino que te agrada recorrer.
La primera Ley de la Ecología, es que todo esta relacionado con todo lo demás.”
Barry Commoner
Un científico estaba trabajando en su laboratorio cuando entró su hijo de cinco años, dispuesto a ayudarle. El científico, que tenía mucho trabajo y no quería ser interrumpido, pensó en darle un entretenimiento al niño para que no le molestase. Recortó de una revista un mapa del mundo, lo cortó en muchos trocitos y se lo dio a su hijo junto con cinta adhesiva para que lo recompusiera. Como no había visto nunca ese mapa, el científico pensó que tardaría horas en hacerlo. Cuál fue su sorpresa cuando, al cabo de unos minutos el niño le dijo: -¡Ya está papá, ya lo terminé! El científico se quedó sorprendido por unos momentos, pero se giró pensando que no vería más que un arreglo rápido típica de un niño de cinco años. Sin embargo, el niño le mostraba el puzzle totalmente hecho y con todas las piezas en su sitio. Le preguntó asombrado: -¿Cómo lo has hecho, hijo? -¡Muy fácil, papá! Cuando lo recortaste de la revista, me di cuenta de que, por detrás del mapa, había dibujado un hombre. Cuando me diste los trocitos, les di la vuelta e hice el rompecabezas del hombre. Cuando terminé de arreglar el hombre, me di cuenta de que había arreglado el mundo.¨
